Los cambios vertiginosos del mundo conocido obligan a los sistemas escolares a repensar y rediseñar las prácticas de enseñanza y aprendizaje.

Ante nuevas formas de entender y aprender, la innovación educativa ofrece nuevas maneras de enseñar.

La innovación educativa, entonces, se propone impactar positivamente en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Orienta sus esfuerzos hacia la mejora continua y la transformación constante, en función de mejorar algún aspecto en relación con los colegas, la institución o los estudiantes.

El Rol del Docente en la Innovación Educativa

Las nuevas propuestas educativas con base en el desarrollo de habilidades y competencias, asignan al docente un lugar nuclear respecto de la responsabilidad que le corresponde en el desarrollo de esas competencias.

Así, el docente adquiere un rol clave en el diseño, implementación y evaluación de un proyecto de innovación educativa: se trata, siempre, de que opere como faro guía respecto de las preguntas que se intentan responder.

Innovación Educativa: Ejemplos Prácticos

Big data analytic, aplicaciones móviles y el uso de nuevos espacios de trabajo son tres ejemplos prácticos de innovación escolar.

Frente alumnos independientes, dispuestos a resolver problemas y en los que la creatividad se vuelve un elemento de valor agregado, las nuevas tecnologías de la comunicación y la información ofrecen un abanico de posibilidades.

Pedir a los estudiantes el mapeo de cierta información puede volverse una actividad rutinaria, a menos que pensemos en una estrategia como Flipped classroom, es decir, pizarra invertida.

En este modelo de trabajo serán los estudiantes los que deberán “organizar la clase” en el tiempo libre de estudio y ocupar el espacio común en el planteo de nuevos problemas, la resolución de actividades conjuntas o la generación de debates para sostener posiciones y puntos de vista.